
Arte Reciclado
El arte de experimentar
Desde niño, el arte ha sido mi lenguaje. Pintar no solo se me daba bien, sino que era una necesidad, una forma de expresar lo que las palabras no podían.
Con el tiempo, mi curiosidad me llevó a experimentar con materiales y texturas, descubriendo que la creatividad no tiene límites.
Nunca fui a una escuela de arte, me formé a través de la exploración, el ensayo y el error, y aún sigo haciéndolo, dejando que cada obra me enseñe algo nuevo.
En mi taller, donde las horas se desvanecen, me sumerjo en la búsqueda de formas, contrastes y sensaciones que transformen los espacios en experiencias.
El objetivo es crear piezas que embellezcan un lugar, lo hagan auténtico y transmitan una emoción.


Mi trabajo no sigue patrones ni tendencias, nace de la intuición y del deseo de crear piezas únicas.
Fusiono pintura, madera, mortero, piedra -materiales que nos brinda la naturaleza- con cualquier elemento reciclado que despierte mi imaginación.
Cada mural, escultura o relieve es una experimentación donde lo rústico y lo contemporáneo, lo moderno y lo clásico, lo abstracto y el realismo se encuentran, donde la materia cobra vida y cuenta su propia historia.
No busco simplemente embellecer un espacio, sino dotarlo de alma, carácter y una presencia que hable por sí misma.
Después de 40 años de trayectoria, sigo abordando cada proyecto con la misma emoción del primer día.
Mi arte está pensado para quienes buscan autenticidad, para quienes valoran lo exclusivo y lo irrepetible. No hay moldes ni repeticiones, solo la esencia de un proceso creativo que evoluciona con cada pieza.
Lo que comenzó como un juego en la infancia se ha convertido en una forma de vida, en un viaje sin destino fijo, donde la única constante es la pasión por crear.
